Hay dos momentos que son especialmente imperdibles. Es cuando muestran a Mick Jones y a Joe Strummer grabando sus pistas vocales de dos de las mejores canciones de Give ‘em Enough Rope; "Stay Free" y "All the Young Punks", respectivamente. Es poco probable que las escenas correspondan a la verdadera grabación pero no importa, las dos son perfectas para mostrar la personalidad de los dos compositores principales de un grupo en su mejor momento. Jones se muestra como la estrella de rock que siempre quiso ser, el fanático de Mott the Hoople, el Keith Richards de la banda, enfundado en cuero con el cigarrillo reglamentario, reclinado, con todo su arsenal de movimientos calculados. Canta una canción de su pluma, un derroche de ternura y nostalgia por una época que nunca va a volver: la infancia. Strummer también canta una sobre el pasado; el tema que cuenta los principios del grupo (“Yo sabía cómo cantar, ellos sabían cómo posar”) con ironía y mucho cariño, a pura pasión, fiel a su estilo, un manojo de nervios, sabiendo que lo que hace está quedando en la historia.
Cuando grabaron este segundo disco de estudio los más dogmáticos pusieron el grito en el cielo. Sandy Pearlman, que había trabajado con grupos como Blue Öyster Cult, era el productor elegido y muchos gritaron “¡Se vendieron!”, cosa que ya habían hecho un par de años antes cuando firmaron contrato con CBS. Pero bueno, hoy en día, cuando a nadie le importan este tipo de cuestiones, el disco suena mejor que nunca, es un remolino de guitarras amontonadas capa a capa y nadie se atrevería a cuestionar la producción de Pearlman.
En Give ‘em Enough Rope, además de los dos temazos ya mencionados, debutaban unos cuantos futuros clásicos: arrancaba con toda la furia con "Safe European Home", el retrato de la visión del europeo facho promedio paseando por el tercer mundo (“Voy al lugar en donde todas las caras son una invitación al robo”) con una línea de bajo buenísima de Paul Simonon. También estaba el incendiario "English Civil War" y, para el lucimiento de Nicky “Topper” Headon (un baterista excepcional que sin embargo rara vez trataba de sobresalir) estaba "Tommy Gun", en donde Stummer imaginaba a un terrorista leyendo las noticias en donde aparecía su nombre en letras de molde, como un auténtico “cholulo de sí mismo”. Con mucha sorna, Strummer grita “¡Vamos héroe de la guitarra!” antes de que empiece el solo reglamentario. Los Clash caían en los lugares comunes que intentaban derribar, eran conscientes de eso y la contradicción no les impedía seguir haciendo discos excelentes, es más; parecían disfrutarlo. El riff al estilo "You Really Got Me" sirve para contar la historia de "Guns on the Roof", el episodio en que Topper tuvo la gran idea de bajar unas cuantas palomas con un rifle en la terraza de la sala de ensayo y por el que terminaron rindiendo cuentas ante la ley.
A pesar de que Give ‘em Enough Rope tuvo críticas de todo tipo al momento de su aparición (se esperaba mucho de los Clash, demasiado), les sirvió para dar un paso más en el plan de dominación mundial que tenían. Meta que una vez lograda terminó derribándolos por el peso mismo de unas ambiciones que no podían sostener. Después vendría London Calling que fue la explosión en Estados Unidos y lo que todos más o menos sabemos. Pero este es un disco que todavía tiene hambre de gloria y se nota en cada surco. Los pibes lo entendieron.
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Que barbaro leer esto e inmediatamente ver que Isdraki tiene puesto Rude Boy en su MSN.
ResponderEliminarLo que son las casualidades...
Escuchando "Dale soga al pibe" me despido, Horacio.
Como que te dan ganas de desempolvar tus discos de Felipe Colinas?
ResponderEliminarbuen dato
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