domingo, 24 de febrero de 2013

The Jam - Sound Affects

Weller apenas había pasado la barrera de los veinte años y ya tenía en su haber cinco discos de estudio, unas cuantas letras memorables y muchas canciones que serían clásicos. También se puede decir que si The Jam solo hubiera hecho el fantástico In the City, aquel debut anfetamínico y guitarrero, todavía tendrían un puesto asegurado en la Historia Grande de la música pop del siglo veinte.

Pero el pibito era inquieto, curioso y tenía un ego del tamaño de un submarino. No se iba a quedar en el molde. Después de Setting Sons, algo así como el intento de rock conceptual de The Jam (bastante logrado, hay que decirlo) Weller quería volver a las canciones, a las raíces de la banda, nada de ideas grandilocuentes, nada de productores de renombre. En medio de ese clima de ruptura y en un panorama musical increíblemente estimulante, con el post-punk más fértil que nunca, nace Sound Affects, a fines del ’80.

Muchos hablan de la importantísima influencia de Revolver a la hora de componer las canciones de este disco, pero más allá de clarísima línea de bajo de “Start!” (una referencia muy directa a “Taxman” de Harrison) la cosa no se limita a repetir ideas viejas, a reciclar el pasado glorioso del pop británico de los sesenta, en Sound Affects hay sonidos, arreglos, melodías y letras que solo podrían haberse grabado en esa época, en aquel entonces, es el disco “moderno” por excelencia de The Jam.
Acá aparece por primera vez “That’s Entertainment”, una de las canciones más trascendentes de Weller, en donde se ubica como cronista y observador social; “dos amantes besándose en medio del grito de la medianoche, dos amantes perdiéndose la tranquilidad de la soledad”. Era el romántico y el descastado al mismo tiempo. Una de las pocas letras que soportan una lectura sin música. Un temazo. En “Scrape Away” o en “Set the House Ablaze” hay claras muestras de influencia post-punk. Se nota el nervio de bandas como Wire o Gang of Four. Pero por suerte The Jam logra un equilibrio interesante; siguen sonando clásicos, siguen teniendo que ver con All Mod Cons y no dejan de mirar lo que pasaba alrededor y de absorberlo con destreza.

También es el primer disco que empezó a mostrar las grietas en el seno interno de la banda y todos sabemos que después vendría el epitafio de la mano de The Gift, después Style Council y a otra cosa. Muchos grandes discos se han gestado en situaciones incómodas y Sound Affects es un gran disco. Sin duda.


Nota al pié:
Hace poco salió una interesante Edición Deluxe de Sound Affects, incluyendo los obligatorios demos, los simples de la época (con sus respectivas caras "B") y algunas versiones de clásicos de Beatles y Kinks. Algo así como "la trastienda" del disco, con librito lleno de fotos y anotaciones. Ideal para fanáticos.



Chequear también:

The Chords - So Far Away
The Style Council - Cafe Bleu
Ocean Colour Scene - One from the Modern

miércoles, 20 de febrero de 2013

Peter Hammill - The Silent Corner and the Empty Stage


Lo primero que viene a la mente cuando uno escucha a Peter Hammill es una pregunta… ¿Cómo es posible que no esté considerado a la altura de gente como Waters, Brian Wilson, Piazzolla, Lennon o Spinetta? La respuesta puede encontrarse en que mientras los mencionados han hecho concesiones, y algunos directamente son de fácil acceso, Hammill siempre es un hueso duro de roer. Nunca te la hace fácil, ni desde el punto de vista lírico y mucho menos desde el musical. Desentrañar un disco solista o uno de Van der Graaf Generator puede ser una tarea ardua, inmediatamente te das cuenta que ahí hay sustancia, que valdrá la pena, pero de ahí hasta el momento en que decís “ahá… ahora sí” pueden pasar semanas e incluso puede que esa epifanía nunca llegue.

The Silent Corner and the Empty Stage
es su tercer disco solista, grabado durante el parate de Van der Graaf en la primer mitad de la década del setenta, años prolíficos si los hubo, con todos los miembros de la banda participando en la grabación de un modo u otro, borrando totalmente la frontera entre lo que era el grupo y los trabajos en solitario.
Tiene todas las características que hacen de Hammill un artista inmediatamente reconocible, esos temas que empiezan en un susurro, a capella incluso, después entra un pianito o un instrumento de cuerdas y en menos de tres minutos hay una explosión de rock malvado, una tormenta eléctrica comandada por un Lucifer que parece aullar desde un estrado, con una voz de cantante de ópera poseído por varios demonios. Y por supuesto que la banda no se queda atrás. Escuchen el estallido de -por ejemplo- “Forsaken Gardens”… esto es más pesado y heavy metal que cualquier cosa que se haya grabado, con un dominio de los instrumentos que puede parecer precario, siempre a punto de descarrilarse pero que termina funcionando, siempre.

Y encima el final...


Vale por todo el disco. Son doce minutos de demencia controlada y escalofriante. ¡Ojo con escuchar esto a lo oscuro! Se trata de “A Louse Is Not a Home”. Otra vez es Hammill el que empieza solo esta historia de búsqueda interior y alienación pero en seguida aparece un saxo alto respondiendo al fraseo macabro de la voz líder. A partir de ahí nos espera una verdadera montaña rusa de emociones, siempre ofreciendo los indispensables descansos (fundamentales para tolerar semejante sacudón) para volver a escalar a alturas impensadas.

The Silent Corner...
es otro acertijo musical dentro de una carrera repleta de grandes interrogantes en formato LP. No es para nada fácil resolverlo. Pero si lo lográs vas a querer más. Seguro.






Chequear también:
Van der Graaf Generator - H to He Who Am the Only One
Peter Hammill - A Black Box
Van der Graaf Generator - Real Time



lunes, 11 de febrero de 2013

5 Canciones 5: Motörhead

Over the Top

Siempre tuvieron la capacidad (o la suerte) de congeniar tanto con los punks como con los metaleros y esta se grabó originalmente con los miembros de The Damned. Pero no fué la que salió en el simple por el lamentable estado en que se encontraban los músicos. Incluye una de las mejores líneas de bajo de Lemmy, un tipo que toca muchísimo más de lo que aparenta. Atención con la tremeneda versión de Mudhoney. No te preocupes por conseguir el simple, está en la versión remasterizada del LP Bomber, que también viene doble. 
Aparece originalmente en: Cara "B" del 7'' Bomber (1979)
Dancing on Your Grave

Con Brian Robertson que venía de Thin Lizzy, Another Perfect Day vendría a ser el "disco raro" de Motörhead. Con un riff arpegiado muy ganchero "Dancing On Your Grave" es uno de esos temazos que uno se pregunta cómo es posible que casi nunca la hayan incluído en el repertorio en vivo. Temazo en serio.
Aparece originalmente en: Another Perfect Day (1983)
All for You

No se puede negar que se repiten, muchas veces, este tipo de tema lo han hecho un par de veces. No importa, si se repiten así pueden hacerlo hasta el fin de los días. Los que dicen que Lemmy no tiene talento para las melodías deberían desempolvar esta joyita de Rock 'n' Roll, un disco de transición que -como cualquier disco de Motörhead- tiene los tres o cuatro temazos que lo salvan del incendio.
Aparece originalmente en: Rock 'n' Roll (1987)
Too Good to Be True

Muchos fanáticos acérrimos pusieron el grito en el cielo cuando salió March ör Die, un intento de sonar más radiales. Bueno... si esto es "venderse" o "traicionarse"... habrá que redefinir el término. Estribillo super emotivo, estrofas pegadizas, es Motörhead haciendo una canción en todo sentido, sin perder un ápice de fuerza, de potencia, de todo lo que hace que los que amamos a esta banda seamos completamente incondicionales. Una banda que trasciende cualquier género o sub-género, cualquier etiqueta para ser, sin vueltas, una de las mejores bandas de rock 'n' roll de todos los tiempos.
Aparece originalmente en: March ör Die (1992)
Brotherhood of Man

¿Cómo carajo hace Lemmy para tener la edad que tiene y seguir estando sediento, para no aflojar ni un poco y seguir sonando tan pesado y convincente? Parecen haber encontrado la formación definitiva, con Phil Campbell y el enorme Mikkey Dee, en "Brotherhood..." suenan más malvados y podridos que nunca. Otro disco inmenso para una carrera que no muestra signos de agotamiento.
Aparece originalmente en: The Wörld Is Yours (2010)

martes, 5 de febrero de 2013

Richard Hawley - Standing at the Sky's Edge

Richard Hawley ya tiene en su haber siete discos de estudio como solista y siempre, cada vez que saca uno nuevo la comparación -más odiosa que nunca- es la misma: no llega al nivel de Cole’s Corner. Son las desventajas de haber hecho un disco magnífico, una especie de Blood on the Tracks moderno y clásico a la vez. Y no, Standing on the Sky’s Edge no se compara con Cole’s Corner. Y no se compara no porque no tiene el mismo nivel, no se compara porque no tiene nada que ver. O casi.

El disco anterior reducía la misma fórmula hasta dejarla flaca, esquelética, era Hawley más desnudo que nunca y lo que acaba de hacer es ir exactamente al otro extremo, un disco de guitarras. De guitarras rabiosas, fuertes y si… psicodélicas (palabra que nuestro héroe se resiste a usar). De movida queda todo bastante claro, en “She Brings the Sunlight” las intenciones del disco quedan evidenciadas, pone las mejores cartas arriba de la mesa. Tarda en empezar, hay un acople y va creciendo de a poco, como una tormenta que empieza con nubarrones y termina en un viento huracanado, la voz de Hawley aparece perdida en la mezcla y recuerda a los discos olvidados de The Verve (¿los tres primeros?) y ahí apuntaron algunas críticas venenosas, sin darse cuenta que este era un disco totalmente diferente a los anteriores. Pero son los que siempre protestan, si hay cambios es porque hay cambios y si se repiten es porque siempre hacen el mismo disco.

Claro, Standing at the Sky’s Edge exije mucho de nosotros como oyentes, no lo vas a poner de fondo para limpiar la cocina un sábado a la mañana ni para mostrarle a tu chico/a que todavía crees en el romanticismo. O quizás si, pero no te va a funcionar. Este disco requiere atención plena, tampoco tiene tantos ganchos, la cosa pasa por otro lado, se puede decir que al fin y al cabo termina siendo una cuestión de gustos. Pero cuidado, tampoco es un viraje tan brusco, también están los temas para bajar a tierra después de una noche agitada, para eso están “Seek It” o “The Wood Collier’s Grave” que tranquilamente podrían haber estado en los discos anteriores.
Es un disco enojado. Enojado con la situación política y social, con un gobierno que ya no representa absolutamente a nadie (bueno, si, a los ricos) y para eso Hawley propone una salida escapista, netamente roquera, para eso están “Time Will Bring You Winter”, el tema que dá título al LP o “Down in the Woods”. Incluso hay una clara referencia a los 13th Floor Elevators en "Leave Your Body Behind You".

Si sos fanático del Hawley despechado y cantándole a la luna este disco te va a sorprender e incluso incomodar. Pero si no tenés problemas con que te sacudan un poco la modorra y te agarren de las solapas, ahí si, lo tenés que escuchar urgente.





Chequear también:
My Bloody Valentine - Isn't Anything
The Verve - A Storm in Heaven
Richard Hawley - Lady's Bridge


viernes, 1 de febrero de 2013

Entrevista: Flavio Casanova


- ¿Te acordás cual fue el primer disco que te compraste?
Mi primer disco fue Help! de The Beatles y lo compré en 1968, cuando tenía 6 años.

- ¿Cómo aumentó tu colección? ¿Qué seguiste comprando después?

No me alcanzarían las líneas para comentarles como fue tomando forma mi colección, fue creciendo a través de los años con muchísimas cosas y de diferentes estilos. Creo que a mediados de los 80’s llegué a tener 3000 vinilos importados. También compartía mucho con amigos que (al igual que yo) compraban cosas exclusivas. Muchas veces vendía algunas que me gustaban y compraba otras para conocer más y también grababa en cassette.
Vengo de una época en la que no había internet y para poder conseguir información o nuevas noticias sobre artistas de culto tenías que hurgar y buscar por todos lados con mucha pasión y amor. Además de adquirir ítems en disquerías, comprábamos por carta a USA, Inglaterra, Alemania, Holanda, etc.

- ¿Tuviste obsesiones o fijaciones con algún solista o banda?

A medida que vas creciendo te das cuenta que no es bueno obsesionarte o quedarte rígido al lado de un artista o género. Siempre preferí investigar y así poder ser sorprendido por algo que no conocía y eso aún es lo que más me atrapa.

- ¿Escuchás música nueva?
Para mi “música nueva” es la que me era desconocida y es recientemente incorporada a mi gusto personal, ya que puede haber sido grabada en el pasado o podría también ser la última novedad.

- Nunca falta esta pregunta… ¿cinco disco antes del apocalipsis?
Sería mentirme a mí mismo dar solo cinco nombres pero te puedo comentar que lo tengo se pasea por el blues (40’s, 50’s, 60’s), jazz (1958-1962), country (40’s, 50’s, 60’s), rockabilly (50’s, 80’s, 90’s), rock instrumental (60’s, 80’s, 90’s), todas las épocas de los Beatles, Stones del ‘64 al ’69, rock y beat de los 60’s, rhythm & blues, rock de los 60’s de la costa oeste de USA, frat-rock, garage (60’s, 90’s), mod sounds (60’s, 70’s), psicodelia de los 60’s de USA y UK, Velvet Underground, Stooges, folk (60’s, 70’s), Rock sinfónico de los 70’s, Glam rock inglés de los 70’s, toda la movida del GBGB y el proto punk, pub rock de los 70’s, punk rock inglés de los 70’s, new wave de los 70’s, ska, power-pop, post punk 77-83, Joy Division y todo el comienzo de Factory Records, adelantados en sonidos industriales como Devo, Pere Ubu, Residents, Cabaret Voltaire, Throbbing Gristle, Einsturzende Neubauten y Suicide. También rock australiano de los 70’s hasta nuestros días. Paisley rock americano de los 80’s, tecno-pop de los primeros 80’s. Estos son los solistas de culto: Elvis Presley, Bob Dylan, Neil Young, Lou Reed, Iggy Pop, David Bowie, Peter Gabriel, Marc Bolan, Tom Petty, Nick Lowe, Ben Vaughn, Chuck Prophet, Steve Wynn, Donovan, Nick Drake, Brian Ferry, Brian Eno, J.J. Cale, Morrissey, John Cale, Richard Hawley, etc, etc, etc.
También grandes guitarristas como Link Wray, Danny Gatton, James Burton, Albert Lee, Chris Spedding, etc, etc, etc… sería imposible nombrar a todos.
No tengo ningún disco que no me guste y por suerte mi radar siempre estuvo bien orientado y puedo decir que muy pocas veces me equivoqué con algún artista. Es bueno informarse, conocer, tener paciencia y después darse el chapuzón.
Tampoco soy partidario de tener toda la discografía obligatoriamente, solo me gusta conservar lo que, a mi juicio, son obras maestras o que marcaron tendencia dentro de cada estilo.
No soy fetichista pero admiro la gráfica y artes de tapa, estudié diseño en comunicación visual en la Facultad de Bellas Artes de La Plata.
Nunca aprobé la compra compulsiva. Siempre fui de a poco y escuchando bien lo que adquiría. No se compara un disco original con una copia. Admiro a los que se sacrifican, compran material, lo cuidan y arman su propia discoteca.

- ¿CD, vinilo o MP3?
A fines de los 80’s vendí mi colección de vinilos e ingresé en el mundo del CD. De allí ya no me moví más. Los vinilos me gustan mucho pero ni loco volvería a comprar nuevamente. Actualmente debe tener unos casi 4000 CD’s. Muchos otros fueron vendidos en una época de vacas flacas que tuve que pasar entre el 2001 y el 2007.

- ¿Algun tesoro escondido por ahí?
El mayor tesoro que tengo son mi hijo y mi mujer. A esta altura de mi vida, si tuviera que vender discos de mi colección para ayudarlos a ellos, lo haría sin remordimientos y no me afectaría desprenderme de lo que otros llaman “joya”. La vida es corta y hay que disfrutarla pero cuando te morís los discos no se van con vos. En mi caso particular, mi hijo, que ahora tiene 14 años y por suerte ya es un experto y también músico, estaría encantado de heredar lo poco que poseo, porque al haber crecido con estos sonidos ya está acostumbrado y le gustan muchísimo.

Y recuerden…
Nunca se olviden…
DISCO ES CULTURA.



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