miércoles, 24 de abril de 2013

5 Canciones 5: Sly & the Family Stone, Wishbone Ash, The Barracudas, Spectrum y Sharon Van Etten


Plastic Jim
Sly and the Family Stone
Para su tercer disco de estudio Sly Stone ya tenía todo el circo perfectamente armado, paraLife, del '69. Este es contra los "normales", la gente materialista, se ríe de la forma de hablar, de vestirse y de pensar de manera totalmente descarnada. Empieza con una cita a "Eleanor Rigby" (que reaparece más adelante) y va a parar un funk extraordinario. Zappa le debe haber pegado alguna que otra escuchada a esto.
Aparece originalmente en: Life (1969)
Doctor
Wishbone Ash
¿Conocen muchas bandas que hayan intentado sonar como The Who en Who's Next? Acá hay una que lo logra, que sale muy bien parada ante semejante desafío. "No Easy Road" es el equivalente a "My Wife", "Ballad of the Beacon" podría ser "Pure and Easy" y asi... "Doctor" un rock & roll para sacarse el sombrero hasta parece sacado de Quadrophenia (editado el mismo año que Wishbone Four). Muy finos.
Aparece originalmente en: Wishbone Four (1973)
Summer Fun
The Barracudas
En el primero está esta joya de esas que nos llevan automáticamente a la adolescencia, de esas que te pueden salvar una fiesta en cualquier momento. Estos pibes hubieran deseado nacer en otra época, hasta tienen un tema en donde lo declaran, pero, a principios de los ochenta, estaban completamente obsesionados con los Byrds y los Beach Boys, el surf, los autos y las chicas. Un poco a contramano del resto y con guitarras más powerpop. Temazo.
Aparece originalmente en: Drop Out with the Barracudas (1981)
My Soul Gave Out and Withered
Spectrum
Un acorde. ¡Un acorde! Sí señores (y señoras). Se puede hacer un tema en un acorde y que sea completamente hipnótico, cien por ciento hechizante. Si podés meterte de lleno en Soul Kiss de Spectrum te puede llevar lejos, muy lejos. Más cerca de Eno y sus músicas incidentales que de Velvet Underground. Al menos por esta vez.
Aparece originalmente en: Soul Kiss (Glide Divine) [1992]
All I Can
Sharon Van Etten
Sharon Van Etten es impresionante. Canta con mucha técnica y sentimiento, compone unos temazos y no hace ninguna de las payasadas extra-musicales necesarias para ser famoso hoy en día. Lo de ella es la música, tan simple como eso. Podríamos haber elegido cualquiera de los temas de Tramp, una suerte de Sea Changes (de Beck) actual, pero este tiene un estribillo que se eleva de a poco y muy alto. Impresionante. Música trascendental.
Aparece originalmente en: Tramp (2012)

lunes, 15 de abril de 2013

Eels - Wonderful, Glorious

Ver un disco doble a esta altura del partido, con el siglo veintiuno contando una década y monedas, sólo puede significar dos cosas; un acto de estupidez suprema, cuando todos sabemos que hoy los discos se destruyen en infinidad de aparatitos con un décimo de las posibilidades sonoras de la grabación en sí. La segunda posibilidad sería la de un acto de arrojo, de valentía, de ir en contra de la corriente, incitando al receptor a tomarse un tiempo para digerir la obra, un tiempo -claro- que no sobra. Si estás leyendo estas líneas es muy probable que creas que el décimo disco de Eels responde a la segunda opción y, si te gusta lo que hace Mark 'E' Everett, a lo mejor estés emocionado y anosioso/a ante la salida de Wonderful, Glorious. A nosotros va apuntado este disco, no es a los críticos ni a los periodistas, ni contempla la chance de ganar nuevos acólitos, Everett sabe que nosotros, los que lo seguimos hace rato, vamos a prestar la atención necesaria que hace falta para consumir un disco doble... a esta altura del partido.

Los temas siguen siendo más o menos los mismos de siempre; que estamos condenados desde el nacimiento mismo, que todo esto no tiene sentido y que más vale hacerle frente con la mejor cara disponible. Pero esta vez parece que la cosa no viene tan negra como en trabajos anteriores, hay melancolía extrema, por supuesto (sino no sería un disco de Eels) pero hay lugar para el humor, la ironía y las guitarras fuertes. Sobre todo las guitarras fuertes. Everett es un cantante técnicamente limitado, como el ochenta por ciento de los cantantes de rock/pop en realidad, eso lo sabemos todos, pero sabe suplir esa carencia con varios recursos. Es un capo a la hora de arreglar los temas, en la forma de producir sus discos y grabarlos, Wonderful, Glorious suena espectacular, eso hay que decirlo y la variedad estilísitica que ostenta es algo nuevo en su nada desdeñable discografía, alternando entre baladas de corazones rotos (“True Original”) con temas furiosos y extravagantes desde el punto de vista sonoro (“Stick Together”), ese balance es fundamental para hacer que el disco se sostenga como entidad, para mantenernos atentos a lo largo de su hora y media de duración. Que Everett es un fanático acérrimo de Tom Waits no es novedad pero nunca se había acercado tanto a su héroe como en “Open My Present”, en donde hasta canta parecido o en “Peach Blossom” que, directamente, parece salido de Bone Machine. Este último también presenta una pequeña novedad, acá parece incitarnos a detenernos a prestar atención a los detalles, a apreciar las pequeñas cosas… Al fin y al cabo siempre se debatió entre el sentimentalismo y la fatalidad.


Como ya hemos dicho, es casi imposible que haya nuevos fans de Eels a partir de Wonderful, Glorious, este es un disco que de alguna manera predica entre los conversos. Escuchándolo, degustándolo y sorprendiéndose (por momentos) uno no puede menos que agradecer el hecho de pertenecer a esta pequeña secta.





Chequear también:
Gang of Four - Entertainment
Smog - Dongs of Sevotion
Eels - Shootenanny!

jueves, 4 de abril de 2013

Bauer - En Otra Ciudad

¿Cuánto tarda un disco actual o moderno en convertirse en un clásico? Estamos más o menos de acuerdo en que “moderno” comprendería todo lo que ha sido lanzado en el siglo veintiuno. ¿O no? ¿El último lustro quizás? Lo cierto es que la brecha se ha estirado. Medio que no tenemos más lugar para meter gente en nuestros podios. Otra pregunta podría ser cuales son las características que tiene que reunir un trabajo para merecer semejante epíteto. Pero si hablamos de merecimientos o de calidad, el segundo disco de Bauer, banda oriunda de Lanús, En Otra Ciudad, bien podría ubicarse en esa categoría tan anhelada.

Es un disco hecho con criterio, con identidad, con un norte bien claro y definido, dura lo que tiene que durar un LP y sus canciones forman una unidad casi inquebrantable. Es un artefacto de sus tiempos, está a tono con la música contemporánea y está grabado y producido con un nivel incuestionable. ¿Qué más se le puede pedir? Los que escribimos sobre música siempre nos divertimos (y mostramos un poco de chapa) con el jueguito de detectar influencias. No es tan fácil la cosa en el caso de Bauer. Hay paisajes sonoros al estilo Eno, hay sonidos y trucos de producción innovadores, voces etéreas y estallidos guitarreros pero no es el típico caso de “quiero sonar como x banda”, por suerte.

Empieza a pura adrenalina, con un gran título a medio camino entre chiste capusottesco y referencia para entendidos, con “Dock Surf”, un instrumental a puro nervio que puede confundir con respecto a lo que va a sonar a lo largo del álbum. En “Un auto para Lynn” aparece la primer joya y un marca de identidad más representativa del sonido y la propuesta, una base medio electrónica, una letra que usa las palabras más como música que como vehículo para decir un mensaje y un manejo de los climas digno -cuanto menos- de respeto. Escuchen los diferentes momentos por lo que atraviesa “El hombre de blanco”… hay un solo de teclados que nunca termina de estar al frente, casi de rock progresivo, con un fondo de guitarras que se cruzan. De repente para y suena a valle de Valium, todo armado y empaquetado para el hombre de ciudad moderno, son seis minutos de la mejor música urbana. Un riff obsesivo y un dibujo circular de teclado dan la intro para “Camino a Oxnard” y acá te terminás de dar cuenta que la cosa con Bauer va en serio. ¿Un poco de spaguetti western? ¿Por qué no? Para eso está “Dios quiere mi chocolate”… ¡Que título!

Lamentablemente, en un país que parece cada vez más cerrado a propuestas con el menor atisbo de originalidad, En Otra Ciudad pasó relativamente desapercibido, salvo para unos poquísimos oídos atentos, y Bauer hoy en día ya no existe. Pero el sello Sadness se dio el gusto de reeditarlo y ahora lo tenemos otra vez disponible para nuestro disfrute. ¡Salud!





Chequear también:

Pink Floyd - More (OST)
Radiohead - The Bends
Super Furry Animals - Love Kraft

lunes, 1 de abril de 2013

Entrevista: Thurston Moore (Sonic Youth)



Es sabido que todos los miembros de Sonic Youth son fanáticos coleccionistas de discos. Muchas veces contaban que, en las giras, una de las actividades favoritas de la banda era meterse en las cuevas a hurgar en busca de tesoros escondidos. No hace falta introducción para hablar de Thurston Moore a esta altura.

Esta nota apareció originalmente en la edición de Mayo de 2007 de la revista Uncut. Pensamos que valía la pena traducirla y recordarla.








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