jueves, 25 de octubre de 2012

Tom Verlaine - Flash Light

Casi cualquiera sabe que si te pasás diez horas por día encerrado en una habitación tocando la guitarra sin parar vas a mejorar mucho tu técnica. Vas a mejorar muchísimo. Vas a ser rapidísimo, inalcanzable. Pero muchos se confunden; la música no es un deporte, no hay que llegar antes que nadie a ningún lado, la cosa no pasa por ahí. A lo mejor por eso Tom Verlaine no aparece generalmente en las listitas esas de “Los mejores guitarristas de todos los tiempos”. La técnica es secundaria en su música, aunque tiene y no es poca. De hecho Richard Lloyd, su partenaire en las seis cuerdas en Television, más de una vez ha dicho que a Mr. Miller (su verdadero apellido) le costaba mucho tocar dos veces lo mismo.

Es fácil: lo podés practicar mucho pero te va a costar mucho tocar igual que Tom Verlaine. El tipo tiene un sonido propio, basado en sus limitaciones pero haciendo que se conviertan en virtudes. Rock ‘n’ roll… ¿No?


Flash Light es el quinto disco de estudio de Verlaine, alguien que jamás tuvo apuros de ningún tipo, su carrera solista empezó hace más de treinta años y ha hecho menos de diez discos, además de la reunión de Television en los noventa.
Pero escuchen el tono chillón de su instrumento en “Song” y fijensé si en algún lugar escucharon una guitarra sonando así. Encima compone buenas canciones, los temas están muy bien armados, bien pensados. Trata de no repetirse como compositor y lo consigue. Una tarea bastante difícil si consideramos que, a pesar de todo, no dejan de ser canciones, con sus respectivas estructuras reconocibles, sus estrofas y sus estribillos. Sí, tranquilamente se puede decir que esto es una continuación del surco abierto por Marquee Moon, exactamente diez años antes que Flash Light. En “The Scientist Writes a Letter” combina su estilo de cantar (totalmente propio) con la elegancia pop del Brian Ferry de Avalon, mete teclados, solos y juega con un sonido expansivo, envolvente, nuevo. Un científico escribiendo una carta. En forma de canción, claro.
Todos sabemos que la producción típica de los ochenta ha envejecido peor que un auto japonés de la misma década. Ese sonido de batería “acuático”, tan al frente, que ha arruinado miles de discos, en el caso de Verlaine termina jugando a favor. Escuchen “Bomb” con ese bajo a modo de latido y la guitarra delirando y retorciéndose atrás en la mezcla. O “At 4 A.M.”, lo más parecido a un hit de todo el disco.

Flash Light no tiene ese intercambio guitarrero fluído y marciano de los discos de Television, en donde Lloyd -de alguna manera- le hacía poner los pies sobre la tierra a nuestro héroe de turno. ¿Eso es bueno o es malo? Después de escuchar Flash Light cada cual sacará sus propias conclusiones.






Chequear también:
Tom Verlaine - Dreamtime
Richard Lloyd - Field of Fire
Tom Verlaine - Songs and Other Things


martes, 16 de octubre de 2012

5 Canciones 5: Five Day Week Straw People, Tyrannosaurus Rex, Magazine, Wilco y Volebeats

Dust in My Eyes
Five Day Week Straw People
Seguro que no es el mejor tema del único disco de Five Day Week Straw People. Pero tiene un atractivo raro, especial. Parece esos temas de Paul de la época de Magical Mystery Tour o del Album Blanco, bien pop pero con el efecto del porro a la orden del día. Largo, colgado y con sonido a bostezo matinal. Esta misma banda sería después Andromeda, una banda de hard rock psicodélico que -definitivamente- vale la pena chequear. 
Aparece originalmente en: Five Day Week Straw People (1967)
Child Star
Tyrannosaurus Rex
Si lo conocés de la época de T. Rex, la del super-estrellato y la brillantina te vas a llevar una sorpresa con esto. Algo así como Incredible String Band sin tanta habilidad técnica, pero con un nivel de "voladura" igual o mayor. Folk inglés completamente sumergido en LSD. Como muestra nada mejor que un pedacito de la letra: "Ojos de montaña espiando afuera de su cabeza y sorbiendo té componiendo en su cama. Miles de manos trabajando en un musical antiguo". Marc Bolan en su período "hippie alucinado", antes de ser el emblema glam que todos conocemos.
Aparece originalmente en: My People Were Fair and Had Sky in Their Hair... But Now They're Content to Wear Stars on Their Brows (1968)
Cut-Out Shapes
Magazine
En el casi impenetrable Secondhand Daylight, el segundo disco de estudio de Magazine, aparece esta joya de post-punk gélido y claustrofóbico. Howard Devoto exorcizando demonios con una banda que trabaja sin red, sin miedo al vértigo, experimentando y corriendo los límites. ¡Qué manera de cantar! No tiene nada que envidiarle al todavía enojadísimo John Lydon post-Sex Pistols (el de PiL, claro). Roxy Music + Pink Floyd + kraut rock alemán.
Aparece originalmente en: Secondhand Daylight (1979)
Should've Been In Love
Wilco
En el primer disco de Wilco, Jeff Tweedy ya era un compositor con todas las de la ley, después de compartir liderazgo con Jay Farrar en los fundamentales Uncle Tupelo. A.M. es el disco más "tradicional" de Wilco, pero en "Should've Been In Love" muestran a donde irían a parar más adelante, en discos como Summerteeth e incluso Yankee Hotel Foxtrot. Grandes canciones sin demasiadas pretensiones, mucho oficio y letras reflexivas. 
Aparece originalmente en: A.M. (1995)
1000 Miles of Confusion
The Volebeats
Este tipo de temas, que solo tienen una guitarrita, tres acordes y un tipo con una melancolía casi suicida ya no le salen a nadie. A Matthew Smith sí. Y le salen increíblemente bien. El mismo que compone la gran mayoría de las canciones de los geniales Outrageous Cherry por lo visto tiene tiempo para tener otro grupo. Encima es bueno para poner títulos. "La película se retrocede en blanco y negro en mi cabeza, ella era todo sonrisas... y mil millas de confusión. Capo.
Aparece originalmente en: The Volebeats (2010)




viernes, 5 de octubre de 2012

Wolf People - Steeple

Algunos datos orientativos antes de ir al grano:
Steeple es el primer disco propiamente dicho, el anterior era una suerte de compilación de simples.
• La banda está liderada por Jack Sharp, que también toca la guitarra, compone, escribe las letras y canta.
• Salen por el que probablemente sea el mejor sello “moderno”: Jagjaguwar
• El disco apareció a fines del 2010 y fue bien recibido por prensa y público.


Con “Silbury Sands”, el tema que da comienzo al álbum, las intenciones están más que claras; cuatro o cinco ideas bien acomodadas, una buena cantidad de riffs pesados, cambios de ritmo, atmósfera bien setentas y una voz que recuerda a Steve Windwood, a Jack Bruce y un poco a Robert Plant (sin ese histrionismo que a veces puede resultar cansador).
Sigue “Tiny Circle” y… ¡Sorpresa! ¡Flauta dulce! ¿Jethro Tull? Si, claramente. Un riff complicado, un ritmo sincopado, la flauta que responde... es la banda de Ian Anderson pero sin las pretensiones de trascendencia que arruinaron algunos de los trabajos de la banda inglesa. Se ve que a algunos no les importa “quedar bien”. Todos sabemos que Jethro Tull en particular y el hard-rock progresivo en general es uno de los géneros más golpeados por cierta prensa tilinga. Bueno, acá hay una demostración evidente de que se puede dejar afuera lo peor de un subgénero… y mantener lo mejor también. “Painted Cross” tiene que ver con esos temas de los Kinks hard-rockeros, esos que Ray Davies le dejaba cantar a su hermanito Dave, como “Rats” o “Mindless Child of Motherhood”, quitándoles la flema inglesa tan típica de esos discos como Lola… o Schoolboys in Disgrace.

Este muchacho parece estar completamente obsesionado con los discos de sus padres, eso también lo demuestra en “Morning Born”, que empieza lento y amenazante y desemboca en un festín de riffs y arreglos de guitarra intrincados sin pasarse jamás de la raya. Otro acierto. Acercándose al final está “Castle Keep”, el tema más largo de todo el LP, hipnótico, podría haber estado tranquilamente en Everybody Knows This is Nowhere, de hecho el registro vocal de Sharp tiene mucho que ver con el “quejido de abuela” del Neil Young de los primeros años. Cuando parece que todo se viene abajo aparece una nueva sección, que suena bastante improvisada, en donde, casi sin salirse del acorde inicial, asciende vertiginosamente para después volver al motivo en donde había empezado. Temazo.
Para terminar, dos temas unidos por título (y algo más); “Banks of Sweet Dundee (Partes 1 y 2)”. Acá asoma una raíz celta que no se había mostrado para nada en lo que va de Steeple. Voz doblada para lograr unos “auto-coros” muy simples pero terriblemente eficaces. Los que busquen novedades van a tener que ir a parar a otro lado, esto es rock clásico por donde se lo mire. Sin demasiadas vueltas de tuerca. Pero está tan bien hecho que uno no puede menos que alegrarse porque haya pibes de veintitantos todavía interesados por esta música, casi arqueológica hoy en día.

Wolf People no le va a cambiar la vida a nadie y Steeple mucho menos, pero si te gustan Traffic, Led Zeppelin o Savoy Brown y estás un poco harto de escuchar siempre los mismos discos, seguro que te van a dar una hora (un poco menos) de placer auditivo.




Chequear también:
Pentangle - Basket of Light
Sleepy Sun - Embrace
Wolf People - Tidings


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