Frank Blumetti es periodista y fanático de la música. Formó parte del equipo de una revista que hizo historia: Madhouse. Casi una década escribiendo, entrevistando y reseñando discos de música pesada en un momento muy particular de nuestro país. Los tiempos cambian y los soportes también, hoy Madhouse sigue viva gracias a Frank en Facebook, con noticias, comentarios y su sentido del humor intacto.
¿Te acordás cual fué el primer disco que te compraste?
Los primeros discos (hablando de discos de rock, claro) que tuve fueron de los Beatles. Pero el primero que me compré con mis propios dinerillos fue Hotter Than Hell, de Kiss, días antes de cumplir 15 años, en enero de 1980. Fue como una suerte de rito de iniciación, como estar haciendo cosas de adulto y, sobre todo, de “rockero”. Llegué con el disco a casa y estuve horas extasiado mirando la tapa, oliendo el aroma de ananá sintético (posta) que tenía el celofán y el del vinilo nuevo, que aún hoy recuerdo. En cuanto a la música, los temas me volaron la peluca: venía de escuchar Dinasty que me había encantado, y esto era notoriamente más pesado, otra dimensión del rock a la cual apenas empezaba a asomarme. Inolvidable.
¿Cómo fue que siguió aumentando tu colección?
No trabajaba por entonces, así que dependía de los pesos que me daba mi abuelo y/o de algun mandado o laburito que pegaba entre mis familiares. Con mucho trabajo ahorraba y cuando podía, me mandaba a la disquería. 1980 fue un gran año en tal sentido porque era el apogeo de los productos importados (plena dictadura militar: la industria nacional estaba en el freezer y era épocas de financieras, especulación y dólar barato) a precios ridículos, y eso incluía los discos. A mi colección rockera, que incluía casi todo de los Beatles y el mencionado disco de Kiss, le sumé la colección entera de estos últimos (para conseguir Double Platinum y Alive II pasé por un par de odiseas que ameritan una novela de suspenso o una comedia de enredos), y empecé a comprar de todo, para ver qué me gustaba. Discos que recuerdo de entonces: Emotional Rescue de los Stones, Back In Black de AC/DC, Rising de Rainbow, Women & Children First de Van Halen, Ruedas de Metal de Riff, Selling England By the Pound de Genesis, Jazz de Queen, Uprising de Bob Marley, McCartney II, Reggata De Blanc de The Police, Eat to the Beat de Blondie… todo variado, pero mayormente pesado. Y por ese lado me decanté. En el mejor momento de mi colección de vinilo (que me vi obligado a vender en 1989, porque la hiperinflación me dejó en pampa y la vía) llegué a tener 200 y pico.
¿Tuviste épocas de fanatismo o fijación con algún solista o banda en particular?
A ver: los Beatles son la primera banda que escuché, la primera música que disfruté y hasta mi primer recuerdo televisivo (por sus cartoons). Aún me dura el fanatismo. Con Kiss me pasó lo mismo, a un nivel feroz, consiguiendo piratas, maxi singles, etc. Alice Cooper es otro. ¡Ramones! ¡Uy, los Ramones! ¡Sex Pistols! ¡Stones! ¡Blondie! ¡Madness! Bandas por las que viví obsesionado. Y después hay una larga lista que incluye a Van Halen (con David Lee Roth exclusivamente), Metallica, Anthrax, Slayer, Black Sabbath, Queen, White y Rob Zombie, David Bowie, Iggy Pop, MC5, Steve Vai, The Police, Marilyn Manson, Kraftwerk, NIN, New York Dolls, Twisted Sister, Clash, Mighty Mighty Bosstones, Danzig, AC/DC, Ministry, Cheap Trick, Ozzy, Pappo’s Blues, Hellacopters, Supersuckers… y seguro que me estoy olvidando de otros veinte que en su momento me quemaron el coco.
¿Que discos recomendarías de compañeros de escena o gente con la que has tocado?
Esta pregunta no es exactamente para mí, dado que no soy músico, y si lo fui esa etapa fue fugaz cual porción de fugazzeta. Y de esa etapa podría rescatar a Yulie Ruth, un bajista excepcional con el que estuvimos juntos en un proyecto de banda llamada Wolf (y que duró cinco minutos). Él luego brilló en Alakran primero, con Pappo después y hoy con su propia banda, con la cual hace country. De su discografía recomendaría El Auto Rojo, con Pappo’s Blues del '99.
¿Escuchás música nueva o actual?
Sí, desde luego. Trato de mantenerme lo más actualizado posible. Hoy por hoy no estoy trabajando en prensa de rock (al menos por el momento), pero tengo la página y el grupo de Revista Madhouse en Facebook, que crecieron de modo insospechado. Mientras estudio en qué va a derivar este tema (hay un par de proyectos in the making), posteo noticias permanentemente en el grupo, como asimismo links a videos y temas, y me mantengo al tanto. No del mismo modo que en los 90, cuando tenia que escuchar docenas de bandas por semana, pero sí estoy enterado de lo más importante. Lo que más me gusta de lo último que escuché es Imperial State Electric, una banda que hace una versión moderna de lo que era el mejor rock… de los 70, ¡así que a lo mejor mi música “nueva” no lo es tanto!
¿CD, vinilo o MP3?
Diría que los tres. Cada uno tiene su valor. El vinilo tiene una fidelidad y un ritual que son únicos para mí; lamentablemente, conservo muy poco en este formato, un par de piratas de Kiss, algunos singles, algún picture disc. El CD cambió la manera de escuchar música, de grabarla y de coleccionarla: entran más temas que en el vinilo, la calidad es muy buena, el formato es pequeño y al mismo tiempo apreciable. El MP3, por su lado, representa el infinito: podés tener cientos, miles de discos y discografías almacenados en un espacio que no es tal (tu PC, un disco rígido, un pen drive), una cantidad inmensa en un recipiente ínfimo. ¡Podés tenerlo todo! El problema es que no lo ves. No ves la tapa de un disco, no ves un objeto físico, no ves algo que te inspire, solamente una larguísima lista de temas que casi casi es como recorrer la guía de teléfonos. En suma, tiene sus ventajas y desventajas, como todo. Pero los tres valen.
¿Tenés ediciones raras o dificiles de conseguir?
Nada muy especial. Dos piratas de Kiss en vinilo, Takes Tokio ‘77 (doble, de la gira por Japón) y Fried Alive! del ’74 en Long Beach, y un cassette nacional del disco Rock and Roll Over, con la tapa distinta, muy buscada por los coleccionistas. La edición de Nativity In Black (el tributo a Black Sabbath de los 90) con dos discos, las versiones nuevas y los temas originales. El Sex Pistols Boxed Set de 2002 con 3 CDs, que me encanta. El Acid Eaters de los Ramones edición japonesa, con un tema más y autografiado por ¾ de la banda… Nada demasiado extraordinario, insisto.
¿Te animás a tirarnos algunos “tesoros enterrados” de tu colección?
Los tesoros enterrados no son muchos, pero entre las bandas que atesoro y que me parece que muy pocos o nadie conocen están Karma To Burn con su disco Wild Wonderful Purgatory (stoner mega grosso, del 97 creo), The Sewergrooves con Revelation Time (rock vecino a los Hellacopters, los tipos son suecos de hecho), tambien los Gonzalez con su album homónimo de 2000 (stoner de Atlanta, USA) y el simple de Tantra llamado "Hills Of Katmandu", un clásico del italo-disco de 1980 que para mi suena actualisimo y casi industrial. Tambien tengo dos o tres copias del compilado de Madhouse Archivos Secretos, que sacó Warner en los 90s y samplers de sellos para tirar al techo... nada muy grosso tal vez, pero me gusta conservarlos.
¿Sos de preocuparte por la edición?
Me importa solamente que la misma sea decente y que el disco se pueda escuchar. En particular busco las ediciones yanquis, europeas o japonesas. Pero si vienen de algún otro lugar no tengo drama si la calidad es aceptable. No me quemo el coco buscando tal o cual disco de tal o cual sello de tal o cual año, si a eso apunta la pregunta: me importa más la música que el formato.
La última, la más hincha pelotas… Cinco discos que nunca te pueden faltar.
¡Ufa, siempre son solamente cinco! Haré un esfuerzo:
• Kiss - Dinasty
• Beatles - Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band
• Ramones - All The Stuff (And More!) Vol. 2
• Blondie - Eat to the Beat
• Sex Pistols - Never Mind the Bollocks
Aguante Frank!
ResponderEliminarA que no saben cual es el 1/4 Ramone faltante?
ResponderEliminarel ortiba Johnny?
ResponderEliminarAdivinaste!
ResponderEliminarEl único con el que jamás pudo cruzar palabra Frank.
Aguante frank, buen tipo ojala que vuelva a entrar en un proyecto editorial de nuevo...
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