jueves, 3 de mayo de 2012

Kaleidoscope [US] - A Beacon from Mars

Una miradita rápida a los créditos siempre ayuda a tener un pantallazo de lo que vamos a encontrar a la hora de poner “play”, bajar la púa o hacer click con el ratón. Además de las guitarras habituales encontramos la siguiente lista de instrumentos: órgano, harmonio, dobro, violín, arpa, mandolina, timpani, gong y clavicémbalo. Además de los más frecuentes como piano o armónica, por supuesto. Es que el principal “argumento de venta” de los Kaleidoscope californianos (porque hay otros ingleses y encima contemporáneos) es ese; la banda está llena de multi-instrumentistas y los géneros que tocan son unos cuantos también. Los puristas no teman; es una banda de rock, con todas las de la ley.

A Beacon from Mars
es el segundo disco de estudio, el que le sigue inmediatamente a Side Trips, uno de los grandes debuts olvidados del rock en general y de la psicodelia en particular. Además de la música de la Mesopotamia asiática, de los ritmos africanos y de las excursiones fugaces por la música celta, lo de Kaleidoscope, en realidad, viene por el lado del folk. Es, a la hora de los bifes, el tamiz por el que pasan todos los estilos que terminan abordando. Dylan dice presente, como casi siempre, los Byrds otro poco, Hank Williams podría ser, pero sí, son increíblemente eclécticos pero tampoco se crean que esto es algo imposible de escuchar, parten de una base que todos conocemos de memoria.
A Beacon… está estructurado de una manera bien definida; son ocho canciones, a priori podría parecer poco, pero al final de cada uno de los lados (en el LP original, claro) están los verdaderos motores del disco, en donde le dan rienda suelta a sus indulgencias, se permiten mostrar lo que saben y de paso confirmar que se puede ser ambicioso y tocar bien y no ser un bodrio intragable. Al final del lado “A” está "Taxim" y es… ¿Cómo decirlo? Mientras que la psicodelia mayormente no hizo mucho más que mojar el dedito gordo en la inmensa pileta de la música hindú (si, si, gracias Harrison), los Kaleidoscope se zambullen de cabeza y hacen malabares sin red. Son casi doce minutos de la música más hipnótica que se pueda imaginar en manos de una banda occidental. Supuestamente grabado en vivo y a una sola toma, con el correspondiente tufillo a pachuli a la orden del día.
Después los tienen haciendo ragtime con total soltura en "Louisiana Man" o tocando blues rock con unas guitarras con una distorsión bien podrida, bien de la época en "You Don't Love Me", sonando más pesados -y seguros- que Cream o cualquier grupo más famoso de fines de los sesenta.
En realidad todo termina pareciendo una suerte de aperitivo para lo que se viene al final, el otro tema épico que se llama casi como el disco; "Beacon from Mars", algo así como “un faro desde Marte”. Y el título es perfecto para describir la música (y el estado de ánimo) de esta última composición. Ni más ni menos que quince minutos de música intergaláctica, lisérgica, improvisada (pero bien) y cuanto adjetivo se les venga a la mente. Son pocos los que pueden salir bien parados de semejante empresa. Los Kaleidoscope entran en el selecto grupo. Seguro.


Como pasa muchas veces, algo que para muchos es una gran virtud para otros es una pesada carga y la misma esquizofrenia musical que hoy nos hace sacarnos el sombrero fue la causante de la falta de éxito -a gran escala- de estos californianos somnolientos, para ponerlo simple; no sabían cómo venderlos.
Pero cuidado, así y todo hicieron dos discos más en un nivel similar y otros menos valorados, estos últimos casi sin integrantes originales. Kaleidoscope, una banda que sí que le hace honor al nombre.






Chequear también:

Kaleidoscope [US] - Pulsating Dream: The Epic Recordings (incluye los primeros cuatro LPs + simples)
Ry Cooder - Ry Cooder
The Nitty Gritty Dirt Band - Ricochet

4 comentarios:

  1. Muy bueno el comentario. lo de la etiqueta amarilla de epic records esta puesto a proposito?
    el original era asi

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  2. Noe s un disco tan "fracasado" como decis vos, mi viejo lo tiene original de la epoca en que trabajaba en aAerolineas. Y si, la etiqueta es amarilla.

    Un beso!!!

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  3. Lo de la etiqueta la verdad que fue totalmente casual. Yo lo tengo en CD a este disco. Un accidente féliz, digamos.

    Bueno che, yo no usé la palabra 'fracasado', tampoco fué una banda que se llenó de oro de la noche a la mañana.

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  4. Andres: quiero ese disco! en la semana lo paso a buscar

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