Otro mito a derribar es que Bossanova no es tan bueno como los dos primeros o Come On Pilgrim, el EP debut. Están locos. Este disco es genial. De punta a punta. Como para ir sentándose a la mesa tiene la introducción más canchera que podemos llegar a escuchar: "Cecilia Ann" es uno de esos temas instrumentales que sí valen la pena, a medio camino entre Morricone y The Clash, a pura atmósfera. Consejo para bandas noveles: si arrancás tu show con esto te ganás al público de entrada nomás.
En seguida viene una oleada de guitarras y chillidos como para que nadie se olvide que esto que estamos escuchando no es para la radio AM, no es Phill Collins, esto nos va a poner incómodos también. ¡Ah! Un detalle no menor; el tema se llama "Rock Music". Los Pixies se encargaban de esparcir notas chiquitas que terminaban sonando como grandes manifiestos (recordar el grito de “es educativo” en Trompe Le Monde) quien sabe con qué nivel de intencionalidad. "Velouria"… ¡Qué temazo! Tiene todo; gran melodía, tremendo estribillo, letra enigmática, no se sabe si habla de amor o de adoración religiosa/voodoo… perfecto, es perfecto. Vale agregar que este disco suena diez puntos y ahí acudimos al librito para cierta data prescindible: produce Gil Norton y está grabado en Los Angeles. ¡Encima después viene "Allison"! Bueno, si no caíste rendido a esta altura lo tuyo viene por otro lado, claramente. Sí, hay cuatro título con nombres de chicas, una novedad con respecto a los discos anteriores. Tampoco falta en Bossanova el viejo truquito que es marca patentada de los Pixies, el recurso de la dinámica estrofa suave / estribillo explosivo, está en dos de los mejores temas del disco; en "Dig for Fire" y en el increíble "Hang Wire". Pero eso no es todo amigos. A los que tienen paciencia y escuchan los discos como debe ser (enteros) Black Francis y compañía les tiene guardadas dos sorpresas. Una viene de la mano de "Stormy Weather" el mejor cierre de disco de todos los tiempos que en realidad no es tal aunque lo parece. “Es momento de tiempos tormentosos” repite como un mantra hipnótico para dar paso a una de las mejores canciones de la década: "Havalina". Para dejar bien en claro que habían “hecho los deberes” y habían estudiado Pet Sounds y el rock clásico con la paciencia que hace falta.
Después vendría Trompe Le Monde, para poner broche de oro a una etapa corta pero mágica y el inminente éxodo; Kim Deal forma The Breeders y Frank Black da vuelta su nombre para empezar como solista en una carrera que ya lleva por lo menos diez grandes discos. Es tan prolífico que cuesta seguirlo. Pero vale la pena.
Chequear también:
Pixies - Surfer Rosa
The Breeders - Pod
Frank Black and the Catholics - Devil's Workshop