Los mismos de "Touch Me, I'm Sick", los mismos de Superfuzz Bigmuff, los mismos que nunca vendieron ni la mitad de discos que Soundgarden y Nirvana, todavía están en pié y dando que hablar.
Después de un parate de un par de años resurgieron con nuevo bajista, energía renovada y un no menos notorio lavado de cara a nivel sonoro, con una propuesta distinta, mucho más roquera, arriesgada y sin el menor ápice de concesión, de “arrodillada” diseñada para ganar público. Uno de esos escasos casos de apuesta que sale bien. El disco fue Since We've Become Translucent. Un discazo.
Este que viene después, Under a Billion Suns es un poco la continuación de aquel disco de la llamativa tapa amarilla. Continuación y hasta nos animamos a decir que la palabra apropiada es evolución. Escuchen los arreglos de la sección de viento en "Let's Drop In". Los tipos le encontraron la vuelta a este nuevo sonido. Convencen en seguida.
Acá el giro sorpresivo son las letras con conciencia social, pero en Mudhoney son demasiado piolas como para limitarse a despotricar como nenitos metaleros enojados con mamá y papá. "It Is Us" lo prueba, es uno de esos momentos de auto-crítica tan poco habituales en el rock que tanto queremos. Y si Iggy se dedica a bañarse en playas caribeñas con modelos bronceadas (merecidamente) y se decide a pasarle la posta a Mark Arm para que se retuerza, se enoje, grite y un largo etcétera… imposible resistirse. Arm es el cantante de rock por excelencia: no le sobran cualidades técnicas pero derrocha carisma y sabe cómo manejar los recursos que tiene.
En "Where Is the Future", por ejemplo, encontramos ese mar de guitarras que invita a tirarse de cabeza, no tiene nada que envidiarle a los momentos más densos del Sabbath de Vol. 4 o Sabbotage, con esos ritmos lentos y viscosos y si no, aparece en seguida "I Saw the Light", que parte de un blues lento y fumón pero que termina en cualquier lado menos en el delta del Mississippi.
¿Quieren un temazo indiscutible? Hay que darle una oportunidad a "Endless Yesterday" que es de esos bien personales, que son difíciles de describir… ¿Una especie de flamenco mezclado con los Stooges? ¿Hawkwind en tiempo de vals? Cuando se complica para explicar es porque estamos en presencia de algo y sino escuchen esos arreglos de pianito navideño. ¿Madurez? Puede ser ¿Viejazo? Jamás.
También está el gancho de la sección intermedia de "Empty Shells" o el único instrumental ("A Brief Celebration of Indifference") en donde se les ven las raíces hardcore abajo de la nueva capa de tintura.
Hasta se dan el gusto de exponer una teoría con "Hard-On for War", diciendo que los “perros de la guerra” son insatisfechos sexuales. Sí, ridículo, un poco cómico y si se quiere simplista pero para nada descabellado. Como si todo esto fuera poco… ¡Final a puro free jazz de la mano de "Blindspots"!
Este que viene después, Under a Billion Suns es un poco la continuación de aquel disco de la llamativa tapa amarilla. Continuación y hasta nos animamos a decir que la palabra apropiada es evolución. Escuchen los arreglos de la sección de viento en "Let's Drop In". Los tipos le encontraron la vuelta a este nuevo sonido. Convencen en seguida.
Acá el giro sorpresivo son las letras con conciencia social, pero en Mudhoney son demasiado piolas como para limitarse a despotricar como nenitos metaleros enojados con mamá y papá. "It Is Us" lo prueba, es uno de esos momentos de auto-crítica tan poco habituales en el rock que tanto queremos. Y si Iggy se dedica a bañarse en playas caribeñas con modelos bronceadas (merecidamente) y se decide a pasarle la posta a Mark Arm para que se retuerza, se enoje, grite y un largo etcétera… imposible resistirse. Arm es el cantante de rock por excelencia: no le sobran cualidades técnicas pero derrocha carisma y sabe cómo manejar los recursos que tiene.
En "Where Is the Future", por ejemplo, encontramos ese mar de guitarras que invita a tirarse de cabeza, no tiene nada que envidiarle a los momentos más densos del Sabbath de Vol. 4 o Sabbotage, con esos ritmos lentos y viscosos y si no, aparece en seguida "I Saw the Light", que parte de un blues lento y fumón pero que termina en cualquier lado menos en el delta del Mississippi.
¿Quieren un temazo indiscutible? Hay que darle una oportunidad a "Endless Yesterday" que es de esos bien personales, que son difíciles de describir… ¿Una especie de flamenco mezclado con los Stooges? ¿Hawkwind en tiempo de vals? Cuando se complica para explicar es porque estamos en presencia de algo y sino escuchen esos arreglos de pianito navideño. ¿Madurez? Puede ser ¿Viejazo? Jamás.
También está el gancho de la sección intermedia de "Empty Shells" o el único instrumental ("A Brief Celebration of Indifference") en donde se les ven las raíces hardcore abajo de la nueva capa de tintura.
Hasta se dan el gusto de exponer una teoría con "Hard-On for War", diciendo que los “perros de la guerra” son insatisfechos sexuales. Sí, ridículo, un poco cómico y si se quiere simplista pero para nada descabellado. Como si todo esto fuera poco… ¡Final a puro free jazz de la mano de "Blindspots"!
Y bueno… Mudhoney, Under the Billion Suns, séptimo disco de estudio y otro paso adelante, a disfrutarse con el volumen al rojo vivo, espantando vecinos. ¿Qué más hace falta?
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Mudhoney - Every Good Boy Deserves Fudge
Love Battery - Confusion Au Go Go
una mañana de 1994 mientras viajaba refunfuñando a la escuela llevaba puesto en mi walkman un cassette de mudhoney, lo cual me daba muchas ganas de ponerle los auriculares a la vieja de al lado y decirle "escuche esto señora!!!!" .. lo mejor fue que sobre el final del viaje las nubes cubrieron el cielo para permitirme recibir "Acetone" en el mejor de los climas, llegue volando al 3er piso. Unos 10 años mas tarde tuve la bendición de verlos en Ferro, soportes de ya sabemos quién. Que bueno que sigan vigentes!! quiero escuchar algo de esto, gracias!
ResponderEliminarLa señora no escucho, y se lo perdio como gran parte de la gente. Por suerte algunos los queremos. Abrazo Ava.
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