Así que quienes quieran mirar de reojo a los Beachwood Sparks con esa premisa que suena más bien a holgazanería mental, bueno… se van a estar perdiendo algo muy bueno, hecho con mucho cuidado por el detalle, con evidente amor por el oficio y con una calidad que salta a la vista inmediatamente.
Lo de Beachwood Sparks viene por el lado del country rock psicodélico de California, la línea puede trazarse hasta los Buffalo Springfield, Gram Parsons y toda esa música fantástica de fines de los sesenta / principios de los setenta que alguien definió una vez como “de cowboys del espacio”.
Casi está de más decir que estos pibes de Los Angeles se encargan de imprimirle su sello al asunto, de dejar su marca y esto de ninguna manera suena a un viejazo recalentado, todo lo contrario, suenan muy actuales y hasta es difícil indentificar la fecha de grabación, algo que no puede verse de otro modo que como un síntoma de que las cosas se están haciendo bien. Todos sabemos que hay discos que apenas suenan te das cuenta de cuando fueron grabados, que quedan atados a una época y a una situación de manera indefectible, en algunos casos para bien, pero la mayoría de las veces para mal. Es sabido, lo que diferencia a la música buena de la mala es su poder de trascendencia, su capacidad por permanecer indemne al paso del tiempo y los Beachwood Sparks se encaminan para ese rumbo.
Casi está de más decir que estos pibes de Los Angeles se encargan de imprimirle su sello al asunto, de dejar su marca y esto de ninguna manera suena a un viejazo recalentado, todo lo contrario, suenan muy actuales y hasta es difícil indentificar la fecha de grabación, algo que no puede verse de otro modo que como un síntoma de que las cosas se están haciendo bien. Todos sabemos que hay discos que apenas suenan te das cuenta de cuando fueron grabados, que quedan atados a una época y a una situación de manera indefectible, en algunos casos para bien, pero la mayoría de las veces para mal. Es sabido, lo que diferencia a la música buena de la mala es su poder de trascendencia, su capacidad por permanecer indemne al paso del tiempo y los Beachwood Sparks se encaminan para ese rumbo.
Escuchen sino "Let It Run" y traten de identificar de donde viene esto. No va a ser nada fácil. Sí, sí, es psicódelico, ensoñado y todos los adjetivos que se te pasen por la cabeza pero… ¿Seguro que ya lo escuchaste? Tiene una raíz, por supuesto, pero está tan bien hecho que es duro no bajar las barreras. También hay temas más convencionales si se quiere ("Old Manatee", "Hearts Mend"), pero otra vez lo mismo; salen adelante por oficio, a estos pibes les “sobra cancha”, la tiene clara en lo que hacen y se nota.
Para lo que venimos hablando, el segundo tema "Confusion Is Nothing New" puede leerse como una declaración de principios, pero no nos metamos en terreno pantanoso y simplemente prestemos atención a esas armonías vocales soñadoras, a ese cambio de tiempo que funciona a modo de gancho, al pedal steel puesto exactamente donde tiene que estar.
Para lo que venimos hablando, el segundo tema "Confusion Is Nothing New" puede leerse como una declaración de principios, pero no nos metamos en terreno pantanoso y simplemente prestemos atención a esas armonías vocales soñadoras, a ese cambio de tiempo que funciona a modo de gancho, al pedal steel puesto exactamente donde tiene que estar.
El segundo disco de Beachwood Sparks, Once We Were Trees, doble, ambicioso y desafiante tiene toda la pinta de futuro clásico, vamos a ver que pasa dentro de diez o veinte años. Eso sí, si lo vas a dejar de lado con eso de “esto ya lo escuché” pensalo bien, con ese criterio vas a tener que ver que hacer con el 80% (o más) de los discos de tu colección.
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