martes, 25 de octubre de 2011

Kevin Ayers - Yes, We Have No Mañanas

Hace poco salió una preciosa cajita de cuatro CD's, Songs for Insane Times, compilando lo mejor de Kevin Ayers como solista, incluyendo material desde Joy of a Toy, su primer disco solista después de su paso por los fundamentales Soft Machine, hasta That's What You Get, Babe del '80. Su mejores años, se podría decir. No alcanzó. No fue suficiente para despertar el revival, para situarlo en el lugar que merece. El tema es… ¿Qué lugar merece? ¡Ni él lo sabe! Y seguro que tampoco le interesa. Es que es inclasificable. Eterno holgazán, borrachín, lector voraz, divertido, irónico, retorcido… Son sólo algunos de los adjetivos que se pueden usar para describirlo y aún así nos quedamos cortos. Como siempre; nada mejor que escuchar los discos para entenderlo.

Kevin Ayers
hacía escapadas frecuentes a Mallorca, en las islas Baleares, por eso el bronceado de la foto de tapa y el título de este disco; Yes, We Have No Mañanas. La palabra “mañanas” para hacer referencia a otra palabra que Ayers usaba mucho para describir algo así como “delirios” o “extravagancias”: bananas. Recordar el disco Bananamour en donde las frutas amarillas aparecían hasta en la portada. Este es el disco en que regresa al sello Harvest, después de un breve flirteo con Island, en donde intentaron venderlo como una especie de astro glam, algo que no cerraba por ningún lado.
¡En esas condiciones hizo el espectacular Confessions of Dr. Dream and Other Stories!
Tal era su desencanto con la industria discográfica en este período que si hay una temática que predomina en …Mañanas es precisamente esa. En "Star", al principio, ya lo deja bien claro: “Si querés ser una estrella empezá a brillar, brillá de una vez”. El solo de guitarra de su fiel ladero Ollie Halsall también es digno de mención. También hay palos repartidos para los buitres en "Mr. Cool" y en "Ballad of Mr. Snake" y de manera no tan explícita en "The Owl". Es importante remarcar que, quienes esperen bizarreadas sonoras como "Song from the Bottom of a Well" de Whatevershebringswesing o cualquiera de las suites sinfónicas de Shooting at the Moon, no se van a encontrar con lo mismo. Esta vez el tono elegido es un rock suave, muy personal, divertido y hasta jocoso, tocado con muchísima onda y personalidad, no es el mismo Ayers de "The Lady Rachel", para bien y para mal. Pero por supuesto que hay lugar para la experimentación y la locura, incluso en temas en apariencia convencionales como "Love's Gonna Turn You Around", hay arreglos geniales, de esos que son su marca registrada.
Escuchen sino "Help Me", en donde Ayers deja claro que fue uno de los pocos de su generación que no miró con desdén el punk y la new wave que ya pisaban fuerte para este entonces.
Sobre todo con discos como Rainbow Takeaway o Diamond Jack and the Queen of Pain. “¿Quieren un tema new wave? Ok, tengo este”. Incluso a media máquina le sobra para demostrar su talento. "Ballad of Mr. Snake" directamente empieza con un claro bostezo. ¿Aburrido? De ninguna manera, pero muy irónico, eso seguro. Siempre desafiante, el último tema es la joya del disco; "Blue" es una de esas composiciones que ya para esta época no hacía Bowie, con una producción a todo trapo (a cargo de Halsall y el mismo Ayers) y un verdadero caleidoscopio de ideas musicales. Acá aparece el mejor solo de guitarra del disco, sin dudas.

Despues de …Mañanas siguió, casi en seguida, Rainbow Takeaway, pero Ayers, cada vez más frustrado con el panorama musical, se fue desvaneciendo en un mundo que ya no tenía lugar para tipos como él, sacando discos a medio terminar cada dos, tres y hasta cuatro años. En los noventa, con todo lo que fue el movimiento neo-piscodélico, muchos lo nombraban en entrevistas y decidió volver al ruedo con el excelente The Unfairground. El círculo se cierra otra vez.






Chequear también:

Kevin Ayers, John Cale, Eno & Nico – June 1, 1974
Lady June – Lady June's Linguistic Leprosy
Kevin Ayers – The Unfairground

lunes, 17 de octubre de 2011

The Feelies - Only Life

“¿Qué significa? / ¿Qué podés hacer al respecto? / ¿Qué podés decir? / Si no sabés de qué se trata / Nadie habla / Nadie escucha / Es todo negativo / No importa nada".

Con esas líneas empieza la canción que le da el título a Only Life, el tercer disco de estudio de los Feelies de Nueva Jersey. Preguntas, preguntas sin respuesta, indicio de que nos encontramos con algo que realmente vale la pena, porque si te dicen todo, te explican todo, te dan todo servido, no tiene demasiado sentido todo esto y los Feelies, claramente, lo sabían.

Habían empezado hacía ya casi una década para la altura de este trabajo, con el fundamental Crazy Rhythms, una conjunción de nervios, paranoia, velocidad post-punk y un toque de intelectualidad no exagerada. Una mezcla que puede sonar forzada en los papeles pero que en realidad funcionaba a la perfección. Incluso tenían varios acólitos en el mundillo del naciente rock universitario de la década del ochenta, de hecho, Peter Buck de R.E.M., un fan de la primera hora, les produjo el segundo disco, que por varios problemas internos (y externos) tardó unos años en aparecer. Para Only Life habían firmado para el sello A&M y parecía que la iban a pegar. No pudo ser pero no importa; la música acá está, al pié del cañón para quien quiera oír, como siempre.

Y la música es una continuación de lo que habían empezado en el disco anterior, menos nerviosa, un poco más relajada pero sin perder un ápice de la tensión latente que los caracteriza, ya no están esos ritmos hiperquinéticos a toda máquina de la primer etapa (¡Que gran versión la de "Everybody's Got Something to Hide…" de los Beatles!) y en su lugar hay un grupo con mas “cancha”, más confianza y la voz de Glenn Mercer ya no se parece tanto a la de Lou Reed, tiene más carácter, más personalidad.
Se puede decir que tienen que ver con ciertos grupos como Green On Red o Dream Syndicate en esa mezcla tan especial entre punk y folk-rock y como prueba están "Too Much" o "Higher Ground" que no hubiera desentonado en Fables of the Reconstruction o en cualquiera de los primeros de Thin White Rope. Se ve que los muchachos se escuchaban mutuamente.
"The Undertow" tiene una atmósfera un poco oscura, con un uso inteligente de los acordes menores y está al borde de la explosión constantemente, cosa que no sucede y que termina siendo uno de los atractivos de la canción. "For Awhile" suena a Television, con los tics vocales de Verlaine incluídos, son gente que tenía en su casa los discos adecuados, se nota. Al final, a modo de “si, está bien, tienen razón” hay una versión del tercero de Velvet Underground, de "What Goes On", los periodistas se cansaban de hacer esa comparación y ellos les daban tela para cortar. La versión, más rápida y punkie, es excelente.

Después de Only Life la diáspora de los Feelies se dio en forma de proyectos individuales de variada (más bien escasa para ser sinceros) trascendencia pero hace poco, estos tres primeros discos fueron reeditados y tuvieron otro breve pero interesante revival, con una reunión, llegando a telonear a Sonic Youth y haciendo un disco de canciones nuevas. Si no los conocés… ¡Todavía estás a tiempo!





Chequear también:

The Feelies - The Good Earth
Guadalcanal Diary - 2x4
The Feelies - Here Before

domingo, 16 de octubre de 2011

5 Canciones 5: The Misunderstood, Patti Smith, The Boys, Julian Cope y Cave Singers

I Can Take You to the Sun
Los Misunderstood nunca llegaron a grabar un disco entero pero se lo merecían y mucho. Esto es piscodelia en su máximo grado de pureza. Empieza medio Yardbirds, un poco oscuro y después va a parar a una sección oriental, muy mística, con un coro de monjes repitiendo "te puedo llevar al sol pero vos no querés ir". Termina con un solo de guitarra acústica estilo Zorba el Griego. Brillante.
Apare
ce originalmente en: Before the Dream Faded (1969)

Rock 'n' Roll Nigger
En una de las más efectivas alianzas entre rock y cine de todos los tiempos, esta canción aparece en una violentísima escena de escape de una cárcel en Asesinos por Naturaleza de Oliver Stone. Patti Smith se valía del mismo término que había usado Lennon (esa forma tan despectiva de llamar a los negros) para revolver un poco las tripas de una sociedad condescendiente y pacata. ¿La música? No hace falta aclararlo...
Aparece originalmente en: Easter (1978)

Schoolgirls
¿Por qué a los Boys no se las da el crédito que merecen? Es un verdadero misterio. Sus cuatro discos de estudio están llenos de hits en potencia y son cultores del mejor power-pop/punk que se ha hecho y encima lo hicieron primero que nadie. "Schoolgirls" es una de esas tantas canciones que podrían haber estado en Hard Day's Night, pero claro, con las guitarras bien fuerte... Como corresponde
.
Aparece originalmente en: The Complete Punk Singles Collection (2000)

Fear Loves This Place
El gran Julian Cope se juega como nunca por el paganismo y carga las tintas a fondo contra las iglesias en esta obra maestra de su magnífico Jehovahkill.
Arranca calmo, con Cope exponiendo sus ideas con claridad y elocuencia pero para el momento de la explosión (que era inminente) ya lo tenemos al Druida parado encima de un monolito antiguo dando rienda suelta a las guitarras. El rock como religión. Religión pagana, por supuesto.
Aparece originalmente en: Jehovahkill (1992)

Hen of the Woods
Increíblemente algunos se las arreglan para seguir sonando originales. El "truco" de los Cave Singers consiste en hacer canciones utilizando un solo acorde (o a lo sumo dos) y armar una textura alrededor de esa nota, con poca instrumentación pero muy bien administrada. Con esa voz que es queja, celebración y lamento a cargo de Peter Quirck. "Hen of the Woods", del segundo disco, es especialmente efectiva; va creciendo de a poco y una vez que alcanza su pico... termina!
Aparece originalmente en: Welcome Joy (2009)

lunes, 10 de octubre de 2011

The Pink Fairies - Neverneverland

¿Por qué será que los Pink Fairies han soportado el paso del tiempo mucho mejor que otros grupos similares? Puede ser que porque dentro del género, que vendría a ser rock duro de principios de los setenta, entran ahí, medio de refilón. Y claro, es que la etiqueta les queda chica, son agitadores sociales, proto-punks, rebeldes, drogones y por momentos muy psicodélicos. Descienden de los Deviants de Mick Farren, banda inclasificable si las hay, y en tres años hicieron tres discos fundamentales que todavía no tienen el reconocimiento que sin duda merecen. Para responder a la pregunta inicial, nada mejor que pegarle una escuchada al primero de la trilogía; Neverneverland.

Empieza con la canción emblema del grupo, "Do It", que casi de manera lógica fuera versionada por Henry Rollins. Un verdadera manifiesto a puro machaque guitarrero. “No pienses al respecto, todo lo que tenés que hacer, hacelo / Vos escribilo cariño, después venimos nosotros y simplemente… lo hacemos” aúlla la letra y en el estribillo repite el título una y otra vez, como para redondear la idea. Temazo.
Después nos llevan a dar un paseo por un valle de hongos alucinógenos de la mano de "Heavenly Man". ¿A que suena? Al primer Pink Floyd, a Family… suena a puro Pink Fairies en realidad! Sigue con otro festival de riffs, con "Say You Love Me", quizás el tema más “genérico” del disco, pero tienen tanta onda para tocar y está tan bien cantado que termina siendo uno de los puntos álgidos, con un estallido en el puente de esos que nos dejan con la lengua afuera. Para seguir agregando variedad viene "War Girl" con un ritmo entre jazzero y latino y unos solos de guitarra fuzz (que responden a las estrofas de voz) que son un hallazgo. No les faltaba sutileza a la hora de los arreglos a los muchachos del equivalente al Soho londinense; Ladbroke Grove.
Bueno, del tema que le da el título al disco es poco lo que se puede explicar con palabras. ¿Qué es? ¿Cómo lo podemos definir? ¿Rock espacial? No sería una definición desacertada. Tiene de todo; dinámica, efectos de sonido, buena letra. Perfecto.
Para abrir la cara B nada mejor que titular el tema de la siguiente forma: "Track One, Side Two". La sorpresa esta vez viene del lado de la música. Una especie de R&B narcotizado, un Otis Redding pasado de ácido, transcurre en un sopor contagioso, muy hipnótico. "Thor" es un instrumental corto, raro y sirve más que nada para calentar motores porque en seguida llega otra de las joyitas; "Teenage Rebel". Roñoso y garagero, esto es un anticipo del primer disco de los Ramones, corta va y viene y te sacude bien la cabeza, siempre y cuando el volumen sea el adecuado. Y para terminar ponemos toda la carne al asador: "Uncle Harry's Last Freakout" cumple con todo lo que su título promete y más. Arranca a puro hard-rock pero la guinda de la torta viene al final. Son casi diez minutos de experimentación bien entendida, piscodelia pura, retorcida hasta su punto máximo.

Hace poco se remasterizó el catálogo de los Pink Fairies y a los tres discos les agregaron unos bonus tracks que, en este caso, realmente valen la pena (¡"The Snake"!!!). Junto con este también salieron los que le siguen; Kings of Oblivion y What a Bunch of Sweeties y ahí tuvieron un breve momento de revalorización. Así, que esta vez más que nunca, el mensaje es claro: Hacelo.





Chequear también:
The Deviants - Ptooff!
Hawkwind - Quark, Strangeness & Charm
Melvins - Bullhead

jueves, 6 de octubre de 2011

Entrevista: Hernán Espejo de Compañero Asma

¿Te acordás cual fue el primer disco que compraste?
Queen, Grandes Exitos, en cassette, en 1980. Le tarareé el riff de bajo de "Otro muerde el polvo" al disquero de Urquiza . Me ofreció The Game tambien porque era el corte de ese disco pero me llevé el compilado porque tenía mas temas. Tenía 9 años.

¿Cómo fue que siguió creciendo tu colección?
De ahi en adelante fui tratando de conseguir la mayor cantidad posible de música , tambien grabando cassettes de la radio con compilados donde podía venir una de Wham enganchada con "Run to the Hills" de Maiden. Empecé a tratar de comprar originales recien después del Rock in Rio de esos años . Mucho hard rock al comienzo (Whitesnake, AC/DC, Purple, Van Halen), Stones, Pistols, Clash, Kennedys y mucho thrash y hardcore despues; Metallica, Slayer, Testament, Suicidal, Anthrax

¿Alguna vez tuviste una fijación obsesiva con alguna banda o solista?

Seguro, siempre me consideré tan fan como músico. Al ser autodidacta tambien trato de escuchar y aprender de todos lados. He llegado a viajar para poder ver en vivo las escenas que me gustaban. Si me preguntás puntualmente por nombres te podría decir Metallica en la adolescencia y después Morrissey, Julian Cope, Nick Cave, Mark E. Smith o Dylan. Pero obsesión como coleccionista no. Igual he gastado mucha plata en discos pero bastante variados.

¿Qué discos recomendarías de “compañeros de escena”?
El Ardor de los Perfumes Prohibidos de Satan Dealers y Excavaciones de Mujercitas Terror que tuve la suerte de producir en ambos casos. Varios de Pez, Los Natas y Boom Boom Kid tambien. El último de Plan 4 está tremendo tambien (si te va la marcha). La Perla Irregular, Novena utopía, el debut de Mis Cangrejos, etc. Las Cosas tienen dos discos geniales.

¿Escuchás música nueva?
Claro, siempre. De todas maneras no muero por muchas bandas nuevas pero las respeto mucho. Aunque no sean bandas nuevas realmente soy muy fan de los Strokes, Arctic Monkeys, los Horrors y canciones sueltas de muchísimos músicos de afuera y acá como El Guincho, Miles Kane, Bosques, Los Pus, Smokesellers (de Córdoba), etc.

¿CD, vinilo o MP3?
Vinilo a pleno (tendré unos 500), 1200 CD's tambien y carpetas varias con MP3. Lo importante es la música, el formato viene muy atrás.

Y ahora... la pregunta obvia: ¿Qué cinco discos te llevarías a una isla desierta?
A ver... Julian Cope Jehovahkill, Metallica Master of puppets, Dead Kennedys Bedtime for Democracy, Sun Ra The Singles, Pescado Rabioso Artaud



domingo, 2 de octubre de 2011

Papercuts - Can't Go Back

Es un gusto, un verdadero placer. Saber que todavía hay gente que se molesta en escribir nuevas canciones. En armar discos pensados como, bueno… como discos. Redondos, con sentido, con una unidad conceptual y sonora. Gente que mira para el costado ante la nostalgia con olor a rancio y decide ignorar el hecho de que ya casi nadie escucha discos y decide destruirlos para escucharlos en aparatitos del tamaño de la uña de un dedo gordo. Uno no puede menos que sacarse el sombrero ante gente como Jason Quever, el hombre detrás de Papercuts, uno de los que todavía deciden mantener viva la llamita de una tradición que se niega a desaparecer, de manera casi quijotesca.

Quever
, que por lo visto todavía no tiene el ímpetu o el interés como para que su nombre aparezca en la tapa con las correspondientes letritas de molde, viene de la soleada California y se nota que ha hecho los deberes, que ha estudiado su métier. A la hora de definirlo, se puede apelar a términos un poco odiosos como pop de cámara, folk moderno, o alguna de esas etiquetas pero con Papercuts se da maña para desmarcarse de las etiquetas y encontrar un sonido propio. Un sonido que tiene que ver con el pop ensoñado de los Zombies o, más acá, con los arreglos casi barrocos de Camera Obscura, con un aura de melancolía que se encarga de teñir las canciones de un barniz que nunca llega a ser agobiante, al contrario, la tristeza y el aire reflexivo es reconfortante en este caso.
Escuchen sino los arreglos de "John Brown" la segunda canción de Can't Go Back, cuando parecía que iba a transcurrir sin mayores sobresaltos, al final termina en un remolino de violines y chelos que son una verdadera mermelada auditiva.
Quever se deja ver como un fanático empedernido de Dylan, de aquel perído de las Basement Tapes con The Band y eso queda claro en canciones como la preciosa "Just Another Thing to Dust" o la muy jocosa "Take the 227th Exit", que podría verse como el equivalente a "Just Like Tom Thumb's Blues" de Highway 61, agregando la necesaria cuota de sentido del humor. Pero nada de reverencias, esto es una pinceleda apenas detectable, sólo uno de los tantos tonos de una paleta muy rica, que nunca llega a la saturación. Todo lo contrario; cuando hay instrumentos de color (un fagot por acá, un glockenspiel por allá) están sabiamente dosificados y muy pocas veces hay más de uno en la misma canción. Inteligencia a la hora de la toma de decisiones, que le dicen…
De manera un poco perversa, las canciones más notables de Can't Go Back aparecen sobre el final; "Found Bird" es una delicia, tres minutos de derroche de buen gusto, con la voz de alma herida de Quever, con la emoción a flor de piel y preparensé para el final a toda orquesta de "The World I Love" que, como su título bien lo indica, es un manifiesto.

Este el segundo disco de estudio de Papercuts, el que le sigue a Mockingbird, del 2004. Música hecha en el presente, anclada (pero no estancada) en el pasado y con claras miras al futuro. La que seguramente estaremos redescubriendo dentro de veinte años.



Chequear también:
Nick Drake - Five Leaves Left
Skygreen Leopards - Life & Love in Sparrow's Meadow
Papercuts - Fading Parade
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