viernes, 22 de noviembre de 2013

Martin Newell - The Greatest Living Englishman

Hay discos que parecen estar hechos (o condenados) para figurar siempre en un panteón imaginario o podio de “Grandes Discos de Culto”, perdedores hermosos, adorados eternamente por las ratas de disquería y los nerds musicales. Nosotros, digamos.

The Greatest Living Englishman, de Martin Newell, no es su primer disco y probablemente tampoco es el mejor que hizo, pero reúne todas las características para ser su trabajo más recordado, el que habría que salvar del tsunami. El tipo venía de años de pelearla en las ligas chicas desde hacía rato, primero con su banda The Cleaners from Venus, quienes, en estas épocas tan raras como sorprendentes, tienen fans que reclaman a gritos reediciones de discos grabados en condiciones deplorables que nunca pasaron de un cassette. Siempre tuvo amigos con un perfil un poco más alto que el propio, Captain Sensible de los Damned es y ha sido un colaborador habitual y el amigo Andy Partridge (de XTC, por supuesto) presta sus servicios como productor, arreglador, consejero y hasta baterista en esta pequeña joya del rock más británico y flemático que se puede imaginar.

Newell siempre se cagó de risa de los tipos de cuarentipico que dicen que quieren volver a sus raíces y arman una banda de blues, sus raíces son los Beatles, el Pink Floyd de Barrett y el mejor pop psicodélico de la segunda mitad de los sesenta. Eso es exactamente lo que hace, lo que domina, lo que le sale -parece- de taquito y de eso hay de sobra en The Greatest…

Las letras también merecen que se les preste atención, Newell es un observador agudísimo, un verdadero antropólogo de su propia sociedad y cada canción es una viñeta entre cómica, ácida y nostálgica. “Construiremos una casa y un lugar para que los chicos crezcan, pregúntame cuándo, que me maten si tengo la menor idea” dice en “We’ll Build a House” un poco burlándose del sueño burgués conformista de la casa propia. “Y te despertás en un cuarto que no es el tuyo, hay un ángel en la cama y te preguntás que fue lo que dijiste antes de darte cuenta que es navidad en los barrios” canta en “Christmas in Suburbia”, una de las canciones más lindas (si que ese adjetivo todavía significa algo) del disco. ¿Otro super hit que jamás fue? ¡Claro que sí! Son la especialidad de la casa; “She Rings the Changes” no fue un éxito mundial porque ya sabemos lo que el mundo anda escuchando por estos días y lo mismo va para “The Jangling Man”, bien al estilo Byrds, a puro gancho.

Newell ya era grande cuando salió esta modesta obra maestra de pop perfecto, no daba para ídolo teen ni para símbolo sexual post-adolescente, ya era un excéntrico y semi-recluso, de mal carácter al que jamás le gustaron mucho las entrevistas. Por suerte la música está ahí, para quien quiera oir que oiga.



Chequear también:
The Kinks - The Kinks Are the Village Green Preservation Society
XTC - The Great Escape
Martin Newell - The Spirit Cage


jueves, 14 de noviembre de 2013

Brinsley Schwarz - Nervous On the Road

Brinsley Schwarz, nombre difícil de pronunciar. ¿Será por eso que todavía no les llegó el revival? Aunque a esta altura no sería descabellado pensar que no les va a llegar nunca. Lamentablemente, porque son una de las bandas más nobles, desprejuiciadas y divertidas de todos los tiempos.

Es relativamente famoso el episodio de hype que casi los arruina, con un viaje a Nueva York como si fueran super estrellas, con alfombra roja y champagne, con todos los periodistas que tenían que estar y el subsiguiente fracaso estrepitoso. Algo que podría haber destruido el espíritu de cualquier banda terminó jugando a favor de estos pub-rockers ingleses. Hicieron una que ya se había comprobado que funcionaba; irse al campo a vivir en comunidad y a componer.

De la experiencia salió un discazo que fue Silver Pistol, una banda más afianzada y fanatizada con The Band y sus dos primeros LPs y un compositor completamente formado en Nick Lowe, que todavía era un pibito de veintitantos para ese entonces pero ya cantaba con mucho aplomo y sabía perfectamente lo que quería como músico. La lección fue contundente; primero las canciones, después, muy lejos, todo el resto. Lección que no le vendría mal a más de uno, dicho sea de paso.

1972. Si uno recuerda la fecha de aparición de Nervous On the Road, cuarto LP de estudio y anteúltimo antes de la separación definitiva, es imposible no coronarlos como Inventores del Género, el pub rock, por supuesto, sobre todo teniendo en cuenta que Dr. Feelgood prácticamente no existía para este entonces. Pero mientras los Feelgoods son el verdadero link entre el punk y todo lo que vino antes (es muy difícil no coincidir con el trilladísimo argumento) lo de Brinsley Schwarz es mucho más musical, menos agresivo desde cualquier punto que se lo mire y la banda toca bien, en serio. Es sólo cuestión de escuchar el tema que da título, “Surrender to the Rhythm” o la excelente versión de “Home In My Hand” para escucharlos flotar en un alfombra mágica de groove y onda. Los que los vieron en vivo siempre dicen que eran impresionantes y que hacían bailar hasta a la policía.

Después de la disolución, después del enorme e infravalorado The New Favourites of Brinsley Schwarz, Nick Lowe e Ian Gomn se hacen solistas y Schwarz y el resto se unen a la banda de Graham Parker, otro de los “jóvenes enojados” en la misma vena de Costello o los primeros de Joe Jackson. Historia que dejamos para la próxima o para Wikipedia. Como prefieras.




Chequear también:
Brinsley Schwarz - Despite It All
Dave Edmunds - Rockpile
Rockpile - Seconds of Pleasure



viernes, 1 de noviembre de 2013

Mikal Cronin - MCII

Cuando todavía no pasaron cuarenta segundos de “Weight” ya es muy fácil darse cuenta que estamos frente a algo especial. El primer tema de MCII, antes de llegar al estribillo ya desparramó al menos dos ganchos inteligentísimos directo al mentón, estás atrapado, se te pegó para siempre. ¡Encima después viene el estribillo y es tremendo! Después, el break instrumental, es un solo de guitarra española, muy lindo, muy bien tocado, voces en armonía, distorsión en el nivel justo… es perfecto.

Aparece alguien del que ciertos medios hablan y elogian y resulta que ese alguien merece la catarata de elogios que se le prodigan y uno no puede menos que ponerse contento, te dan ganas de seguir creyendo, de que el mundo puede ser un poco mejor gracias a la música, al rock ‘n’ roll. Mikal Cronin es amigo de Ty Segall, el niño mimado del momento de la escena de rock alternativo yanqui, de hecho se han ido de gira juntos y Cronin toca en varios de los millones de discos que saca Segall, que es tan prolífico que en el 2012 sacó… ¡tres!

MCII, como su nombre bien lo indica es el segundo disco de estudio, el continuador en todo sentido del homónimo del 2011, en donde este pibe ya había puesto las cartas sobre la mesa y demostrado con creces que lo suyo iba en serio. Este disco suena un poco mejor, tiene mejores canciones y ha depurado su estilo hasta alcanzar una síntesis que, sin ser del todo novedosa, suena fresca y actual, sobre todo porque no son muchos hoy en día los que pisan fuerte en este terreno, el de las canciones power-pop perfectas.

“Peace of Mind” podría haber sido cualquiera de las grandes canciones de Soundtrack of Our Lives, con esos aires épicos, celestiales, con un puente que demuestra que Cronin la tiene clara (estudió música en la universidad) pero por suerte nunca intenta lucirse y todas las ideas que tiene van en pos de hacer una canción completamente redonda. Firme candidato a tema del año. Son apenas diez temas en MCII, igual que en el disco anterior, se ve que Cronin también sabe que nuestro attention span actual es más o menos equivalente al de un gusano de jardín y en poco más de media hora dijo todo lo que tenía que decir, puso en descubierto sus dudas existenciales (por lo visto tiene unas cuantas), sus miedos y sus certezas, que son pocas pero es casi imposible no compartirlas, no coincidir.


Apostamos que este disco va a aparecer en unas cuantas de esas listas de “Discos del Año”, su calidad es tan evidente como indiscutible. En este caso será merecido, sin duda alguna.




Chequear también:

Emitt Rhodes - Mirror
The Fountains of Wayne - Utopia Parkway
Ty Segall Band - Slaughterhouse


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...